martes, 8 de julio de 2008

PROLÓGO

Cuando era muy niño, escuchaba las conversaciones que mi padre tenía con sus tíos y primos, sobre la vida de “Papá Chato”. Nunca supe realmente quién era o quién fue, o por qué tenía el mote de “chato”. Con el paso de los años descubrí que se referían a mi bisabuelo, quien falleció mucho antes que yo naciera. Nunca supe cuál fue su verdadero nombre hasta que llegaron a mis manos los primeros cinco cuentos publicados en este blog del Internet. Su verdadero nombre fue Maximiliano García Villareal.

Mi padre, Lorenzo García del Valle, honrando la memoria de su abuelo escribe estos cuentos utilizando el seudónimo de Max Villareal narrando en una forma excepcional, la vida de personajes que tuvieron contacto con la dinastía de la familia García.

“Un Pueblo al Desnudo” nos hace recordar la vida de los barrios, de las colonias populares, donde sus habitantes luchan contra viento y marea para salir adelante y atenerse a las consecuencias que la vida misma les pueda brindar. “Un Pueblo al Desnudo” pinta a los mexicanos de esos lares tal y como son, sin maquillajes encubridores. Un pueblo que saca sus “trapitos al sol”, trapos ocultos en los roperos de una sociedad que se niega a sí misma por temor a ser descubierta o vista al desnudo.

Max Villareal, empieza con “Un Músico: Beto-ven”, un cuento que habla de la vida de un verdadero virtuoso del saxofón. Un filarmónico que supo de todo, pero acabó en la vil miseria, como muchos otros. Una traición conyugal lo hizo tomar los rumbos equivocados rezando el refrán “las penas con vinos, son menos”. Rebotó de conjunto en conjunto, de orquesta en orquesta, de cantina en cantina, de ser alguien en su mejor época, termino siendo “un don nadie”.

El cuento de “Pifas” nos traslada a la vida de los barrios de la ciudad de México. Los personajes de ese cuento, son más realistas, comparados solamente con los magistralmente plasmados en el celuloide de la época de oro del cine mexicano. En este cuento se ponen de manifiesto los conceptos de familia y machismo de una época que todavía está vigente en los hogares de muchos mexicanos. Los relatos efectuados en las pulquerías, en las fondas, donde “El Pifas” frecuentaba, nos hacen sentir que estamos participando directamente con su vida, desde su abandono de infante hasta su muerte ocasionada por la suerte de tener un billete premiado de lotería.

“La Ley Asesina”, trata del poder que tienen los caciques en México, mostrando el abuso de su posición ante la población marginada cuando llegan a ser funcionarios públicos. Los lugares donde rigen su poder omnipotente, se vuelven pueblos olvidados, porque la ley es la del más fuerte, del más poderoso, que puede ser manipulada, cambiada y hasta interpretada para violarla y convertirla en una “ley asesina”, de la que muchos todavía padecen y no hay nada, ni nadie que pueda hacer contra ella.

El cuarto libro titulado “La Sortija” nos traslada al mundo del hampa, donde nadie sabe para quién trabaja. El mundo se nos hace muy chiquito, donde el poder del dinero hace y deshace. Un lote de joyas es robado, pasa el tiempo y Marito lo encuentra. Un “Milusos” que se gana honestamente la vida. Encuentra el amor de su vida y para sellar su compromiso le da una “Sortija” a Lupe, la cual provoca una investigación para llegar al “meollo” del asunto. No les cuento más. Hay que leerlo, porque vale la pena.

Por último “La Torera”, este cuento cuando lo leí me trasladó a mis años de secundaria. Época que muchos pasamos y que alguien de seguro nos cautivó. La vida de “La Torera”, pasó de ser la admiración de todos por la manera que desempeñaba los bailes de tipo español, a ser el abuso y desprecio de todos. “La Torera” nos muestra el amor de estudiante, nuestro primer amor, pero en silencio. Los amores imposibles, las primeras ilusiones de adolescentes apagadas por las decisiones que uno a veces toma y se tornan amargas y nos acompañan con todas sus consecuencias por el resto de nuestras vidas. “La Torera” consiguió todo, porque tenía con qué obtenerlo. Pero acabó sin nada.

Este primer libro de Max Villareal contiene cinco cuentos que se viven y lo hacen a uno vibrar. Disfrútenlos tal y como yo los disfruté.

Lorenzo Armando García Álvarez

Estados Unidos de Norteamérica

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